La iluminación LED es una tecnología que cada vez está más presente en el día a día, tanto en el hogar como en las ciudades, como ya comentamos en este post de Metalarc. Pero, ¿sabemos realmente cómo se creó la luz LED?
Para conocer el origen de las luminarias LED habría que remontarse a principios del siglo pasado, cuando en 1907 el ingeniero Henry Joseph Round, quien posee más de 100 patentes, escribió una carta a la revista Electrical World. En ella, comentaba que al aplicar tensión a través de un contacto de carburo de silicio junto a otras sustancias, conseguía emitir luminosidad amarilla y, en algunos puntos, de color verde, naranja o azul. Esta es la primera referencia que se tiene sobre iluminación LED, aunque Round no pudo profundizar más sobre este descubrimiento.
El inventor ruso Oleg Losev realizaría un hallazgo similar a mediados de los años 20. A través de los diodos rectificadores de cristales usados en receptores de radio y con carburo de silicio y óxido de zinc, fue capaz de emitir luz al aplicar corriente.
Losev escribió sobre su relé de luz, que patentó como “Light Relay”, en diferentes publicaciones, desde rusas hasta alemanas e inglesas. Sin embargo, a consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, Olev Losev murió en 1942 dejando atrás un legado que nadie pudo continuar investigando. A día de hoy, para algunos, es el auténtico inventor de la tecnología LED.
Pero a nivel general, quien es reconocido como creador de los LED es el ingeniero estadounidense Nick Holonyak, quien además tiene 41 patentes. En 1962, cuando trabajaba en el equipo de General Electric, fabricó un diodo semiconductor con luminosidad roja, conocido como el primer LED en el espectro visible. Más tarde, Holonyak aseguró en un artículo de Reader’s Digest, publicado en febrero de 1963, que las luminarias LED acabarían sustituyendo a las bombillas tradicionales.
A partir de ahí, la iluminación LED fue evolucionando para implementarla en el día a día de la sociedad. Durante los años siguientes, los ingenieros japoneses Shuji Nakamura, Hiroshi Amano e Isamu Akasaki, trabajaron para producir LED de color azul, labor que lograron en el año 1993. Debido a este descubrimiento, fueron reconocidos con el Premio Nobel de Física en 2014, ya que gracias a estos LED se desarrollaron fuentes de luminosidad blanca que posibilitaron un menor coste energético.
Como se puede observar, la invención de la bombilla incandescente y el hallazgo de la luz LED tampoco son tan distantes en el tiempo, alrededor de tan solo 30 años. Sí que es cierto que la investigación sobre el uso práctico de esta última se vio interrumpida en la primera mitad del siglo XX por diferentes causas. Sin embargo, los LED han conseguido imponerse como una alternativa a la iluminación tradicional y, poco a poco, la sociedad se ha decantado esta tecnología revolucionaria para dar luminosidad a sus casas, espacios de trabajo e incluso ciudades.


